22 de marzo de 2020

Reaparezco

Hola a todos: Hace mucho tiempo que no escribo ni aporto nada en el blog, tampoco en facebook me atrae subir asuntos personales, pero hoy me he despertado con la idea de dar muestras de mi existencia porque estamos viviendo tiempos extraños. Hoya hace una semana del confinamiento y durante estos siete días ha ocurrido un hecho crucial en mi vida: mi madre, Rosario, nos ha dejado. Era muy mayor, en agosto cumpliría los cien años, por lo que puede decirse que su vida estaba suficientemente cumplida. Se ha ido sin ruido, suavemente, sin excesivo dolor. Fue el 19 de marzo y me alegra decir que este año, misteriosamente, las flores del azahar han exhalado su aroma por toda la ciudad durante casi dos meses. No recordaba otro año en que hubiera durado este fenómeno tantos días.
es como si el proceso la hubiera acompañado en su agonía. Justo el día de su cremación, allí en el cementerio donde nos reunimos solo los más cercanos, cinco personas, comenzó a caer una lluvia que, por fin, se ha llevado la flor del naranjo. Fue su despedida, que no su fin. La noche anterior, al pie de su cama, ante su cuerpo exánime le escribí el siguiente poema.


A MI MADRE

Ya estábamos sin ti
Desde hacía un tiempo
Solo pendiente de lo físico
Pequeñas molestias a considerar
En tu envoltura humana
Pero de tu espíritu
Solo brevemente aparecían ya
Retazos luminosos
Tus hijos te hacían sonreír
Solo con verlos
Confundías los nombres
Pero, ¿qué importa un nombre?
Tus ojos se esforzaban
Por atrapar la esencia
En un último intento
De agarrarte al mundo
Pero, te has ido,
Callada, silenciosamente.
En tu vida no hubo altibajos
(alto papá, baja tú)
Salvo las muertes
De tu hijo mediano y de tu esposo
Ahora te reunirás con ellos
En ese lado ignoto
De la otra orilla



Nos quedan muchos momentos encerrados, de reflexión, de lectura, de volver a repensar la vida que hemos llevado, los amigos que hemos dejado en el camino, las ilusiones que no hemos cumplido, los pequeños logros que nos han ido formando, los miedos que nos acompañan a diario...Lo poco que somos ante la inmensidad y lo fuertes que nos puede hacer la unión (aunque esto último pueda parecer un tópico).
Quiero seguir escribiendo en este blog y prometo contar muy pronto lo que hago con mi grupo de teatro que he formado aquí, en mi nuevo barrio. Hoy solo decir que el nombre es "Como la misma vida"  ¡Salud y ánimo, compañeros!

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